viernes, 28 de junio de 2013

Karen HORNEY

“El verdadero mal siempre es la ausencia de afecto y de un amor verdadero”.

Horney le daba más importancia al aspecto social que al biológico como forjador de la persona y según ello establece su teoría de la personalidad.

Según Horney todos tenemos una necesidad de seguridad, queremos sentirnos protegidos y sin temores y ello depende de si somos amados y apreciados de niños. Cuando no se da tal seguridad se genera hostilidad, el niño reprime dicha hostilidad por un sentimiento de desvalidez lo hace por miedo a los padres o porque aun desea el afecto de ellos o se culpa al expresar hostilidad. Cuando se reprime la hostilidad se crea la ansiedad básica, sensación de estar solo e indefenso en el mundo hostil.

Horney plantea cuatro factores para protegerse de la ansiedad básica: búsqueda de afecto, buscamos el afecto de otros porque creemos que así no nos lastimaran, tratamos de hacer lo que quiere otro, adulándolos o amenazándolos para que nos den afecto; sumisión, hace lo que los demás desean, no los critica ni los ofende, reprime su deseo personal y no se defiende del abuso; prestigio y poder, cree que los demás no los dañaran si tiene poder sobre ellos, con un sentimiento de superioridad no se sentirá indefenso; distanciamiento, ya no busca interactuar con su medio, busca alejarse de forma psicológica, busca ser independiente y no recurrir a nadie para satisfacer sus necesidad internas como externas.

Al utilizarse alguna de estas defensas contra la ansiedad básica, que aparece cuando se reprime la hostilidad, puede degenerar en una necesidad o impulso neurótico, estas son defensas irracionales, afectan la conducta y son permanentes en la personalidad, son diez: afecto y aprobación, insiste en el afecto; pareja dominante, necesita a otro; límites estrechos para la vida, conformistas esperan que todo pase; poder, angustia por dominar; explotación, no le gusta ser el blanco de las bromas; reconocimiento social y prestigioadmiración personal, narcisismo; logro personal, ser el mejor de todos en algo; autosuficiencia e independencia, no le gusta recibir influencia de nadie; perfección e invulnerabilidad, cree que es perfecto y no reconoce cuando se equivoca.

Estas diez necesidades neuróticas se agrupan en tres tendencias neuróticas: moverse hacia los otros, personalidad del complaciente (es la persona que necesita afecto y aprobación, hace lo que los demás le digan); moverse contra los otros, personalidad agresiva (es la persona hostil con los otros y busca dominarlos ser superior); moverse para alejarse de los otros, personalidad desapegada (es la personada que se mantiene alejado emocionalmente de otros, con gran necesidad de estar solo, en su zona privada).

La estructura de la personalidad planteada por Horney se divide en tres: el yo real, es la imagen de lo que realmente soy; el yo ideal, en la imagen idealizada, lo que pretende ser; el yo despreciado, aparece producto del maltrato de los padres en la infancia. Entonces para Horney la persona normal es aquella que equilibra su yo ideal con su yo real, tiene una autoimagen equilibrada que lo ayuda a alcanzar la autorrealización. La persona neurótica, no tiene equilibrio, su autoimagen idealizada no está acorde con sus capacidades reales.


Según Horney el hombre envidia el útero, la capacidad para procrear y tratan de sublimarlo mediante logros y reconocimiento. Para ella el fin de la vida es la autorrealización y cree que es posible moldear y cambiar conscientemente la personalidad.

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