viernes, 28 de junio de 2013

Erich FROMM

“El amor infantil sigue el principio: Amo porque me aman. El amor maduro obedece al principio: Me aman porque amo. El amor inmaduro dice: Te amo porque lo necesito. El amor maduro dice: Te necesito porque te amo”.

Fromm postula que nuestra personalidad está regida por dos principios el de la libertad, animaba  a las personas a trascender,  y el amor. De estos principios fundamentales se rige su teoría de la personalidad.

Según Fromm el hombre tiene necesidades humanas: la relación, busca interacción, instinto de unión con otra persona, relación simbiótica, sumisión o poder (amor); trascendencia, buscamos sobresalir, nacemos sin voluntad, luego la vamos adquiriendo, todos trascendemos a otros; arraigo, el sentido de pertenencia, echar raíces, se producen estrategias productivas (dejar al hijo solo en el mundo) e improductivas (sobreproteger al hijo); sentido de identidad, la capacidad de ser conscientes de uno mismo, cosas que podemos hacer por nosotros mismos; marco de orientación, elegir nuestro propio objetivo.

Cuando no seguimos o satisfacemos una de estas necesidades humanas se genera un mecanismo de huida, fuerza que impulsa en las personas: autoritarismo, masoquismo-sadomasoquista, busca evitar la libertad al mezclarse con otras personas; destructividad, eliminarse uno mismo o a otros, sentimiento de soledad, aislamiento e impotencia; conformidad, se convierte en un robot ante otra persona, intenta huir del sentido de soledad renunciando a su individualidad.

Fromm menciona la libertad positiva, el amor y el trabajo activo; según ello se orienta el carácter, cualidades psíquicas o aprendidas: primero orientación improductiva, estrategias que no ayudan al individuo a acercarse a la libertad positiva, se dividen en cuatro; orientación receptivas, busca que le den atención; orientación explotadora, usan su astucia para su beneficio; orientación acaparadora, retienen su afecto; orientación comercial, complacen a otros, se amoldan. Segundo orientación productiva, son tres dimensiones el trabajo (lo que hace para un fin), el amor (bienestar de los demás y de ellos) y el pensamiento (tus órdenes, tus deseos).

Además Fromm dice que cuando no logramos el mecanismo de huida se genera un trastorno de la personalidad, divididas en tres: necrofilia, odian a  la humanidad, son racistas, belicistas, les gusta el derramamiento de sangre, la aniquilación el terror y la tortura, les encanta destruir la vida; narcisismo maligno, dificulta la percepción de la realidad, ensimismado, valora sus propias cosas y desprecia o devalúa la de los demás; simbiosis incestuosa, dependencia extrema a la madre o un igual, sientes ansiedad y temor cuando ven amenazada la relación.


Fromm se interesó más en la psicoterapia, su objetivo era que los pacientes lleguen a conocerse a sí mismo. Es en la terapia donde los pacientes satisfacen su necesidad básica.