“La personalidad nunca deja de formar parte de los peligros de la existencia, incluso cuando el metabolismo afronta la decadencia”.
Erickson dice que todos debemos pasar por un periodo de
incertidumbre, que tenemos elementos sintónicos (confiado) y distónicos (cínicos).
Y para ello postula dos ideas: Ego postfreudiano, la fuerza positiva que nos
ayuda a adaptarnos, dividida en E. corporal (experiencia de nuestro cuerpo), E.
ideal (imagen real), identidad del ego (imagen de los roles sociales). La otra
idea es el principio epigenético, pasamos de una etapa a otra con nuestras
habilidades adquiridas.
Erickson se centra en el desarrollo de la personalidad dividiéndola
en ocho etapas, donde en cada etapa se afronta un conflicto de forma adaptada o
inadaptada; es importante en cada etapa la influencia del entorno para el
desarrollo adecuado.
La etapa oral-sensorial (del nacimiento a un año de edad), modo
de adaptación psicosexual en contacto con la madre, dar y recibir, genera la
crisis de confianza básica vs desconfianza básica, si se sale victorioso,
teniendo una dosis de los dos no extremos, generamos una fuerza básica la
esperanza; la etapa muscular-anal (de uno a tres años), es la etapa de la duda
y la vergüenza, la sumisión dócil o la rebelión, genera la crisis de autonomía
vs vergüenza, si se sale victorioso genera la fuerza básica de la voluntad,
control sobre sí mismo; la etapa locomotora-genital (de tres a cinco años), aparece
el juego con la imaginación, el lenguaje fluido y crea roles imaginarios,
siente placer al moverse, aprende lo bueno y lo malo, genera la crisis de culpa
vs iniciativa, si se sale victorioso genera la fuerza básica de la finalidad o
propósito, puede hacer juicios basados en la moral; la etapa de latencia (de
seis a 11 años), tiene una imagen de sí mismo, su primer rol el de estudiante,
desea aprender, interactúa con el medio, se genera la crisis de la laboriosidad
vs inferioridad, si sale victorioso genera la fuerza básica de la competencia,
sabe que sus habilidades son suficientes; la adolescencia (de 12 a 18 años), hay
madures genital, una expectativa de roles, se genera la crisis de la identidad
vs la confusión de la identidad, si sale victorioso genera la fuerza básica de
la fidelidad, fiel a sus principios e ideas; la adultez temprana (18 a 35 años),
siente la necesidad de comunicarse, se genera la crisis de intimidad vs
aislamiento, si se sale victorioso se genera la fuerza básica del amor, un
afecto maduro con sentido de compromiso; la adultez (de 35 a 55 años), se
pregunta si ha logrado algo, tiene experiencia para enseñar, siguen
aprendiendo, son creativos, se genera la crisis de la productividad vs
estancamiento, si se sale victorioso se genera la fuerza básica del cuidado, le
importa formar una familia; la madurez (de 55 años en adelante), disfruta
nuevas sensaciones, se genera la crisis de la integridad vs desesperación, si
se sale victorioso se genera la fuerza básica de la sabiduría.
Según Erickson podemos conseguir las fortalezas básicas y
así resolver conflictos de manera positiva, la influencia del aprendizaje y de
factores sociales son decisivos en el desarrollo de la personalidad.
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